TOCAR UN ÁRBOL MIENTRAS ESTAS DESCALZO PUEDE CAMBIAR TU VIDA
Ya está demostrado científicamente que abrazar árboles, pasear o estar cerca de ellos, influye en nuestra salud y tiene un efecto beneficioso sobre nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestra mente. Los árboles ayudan a disminuir la depresión y el estrés.
Por eso, abrazar un árbol tiene beneficios saludables como reducir el dolor de cabeza. Al rodear con los brazos un árbol, el ser humano recibe una descarga de distintas vibraciones que benefician nuestro físico.
Hay que pensar que muchos de nuestros problemas provienen de habernos alejado de una vida simple que es rica y feliz por sí misma.
Y una de las mayores carencias que los seres humanos tenemos hoy en día es habernos distanciado de los entornos naturales. Tenemos que relacionar el cuerpo con la tierra, caminar descalzos en el pasto, recibir los rayos del sol, que además es un beneficio por la Vitamina D, más allá de tratarse de algo relajante, siempre en horas que no nos dañe, claro.
¿Por qué nos hace bien abrazar un árbol?
Porque cambia nuestra frecuencia vibratoria. Estudios en niños han experimentado una mejora psicológica y fisiológica significativa en su salud cuando están involucrados con plantas y árboles. Algunas investigaciones mostraron también que los niños funcionan mejor y son más creativos en entornos verdes naturales.
Los espacios verdes pueden ser tan eficaces como los medicamentos recetados en el tratamiento de algunas enfermedades mentales.
Conexión con la naturaleza (earthing o grounding):
Efecto calmante y reducción del estrés:
Fitoncidas y energía natural:
Mindfulness y conexión espiritual:
Respiración y oxígeno:
La mayoría de las personas no se da cuenta de lo poderoso que puede ser tocar un árbol mientras estás descalzo (puede cambiar tu vida en tan solo 15 minutos).
Tocar un árbol puede tener beneficios por varias razones que combinan ciencia, biología y bienestar emocional:
Al estar en contacto directo con un árbol, especialmente si estás descalza, tu cuerpo puede descargar exceso de energía estática y equilibrarse con la carga eléctrica natural de la tierra. Esto se ha relacionado con reducción del estrés y mejor calidad del sueño.
El simple contacto con la naturaleza disminuye los niveles de cortisol (hormona del estrés) y activa el sistema nervioso parasimpático, lo que favorece la relajación.
Los árboles liberan compuestos naturales llamados fitoncidas, que se asocian con la mejora del sistema inmune y sensación de bienestar.
Tocar un árbol invita a estar presente en el momento, a sentir texturas, temperatura y energía. Esto ayuda a la concentración, a calmar la mente y a sentir una conexión más profunda con la creación.
Aunque no se note de inmediato, al acercarte a un árbol respiras aire enriquecido en oxígeno y con menos contaminación, lo que beneficia tu organismo

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