LA MAGIA Y LOS MANDALAS
Es un dibujo mágico y sagrado que nos lleva a meditar sobre todos los aspectos de nuestra vida.
Pintar mandalas es una de las múltiples técnicas de relajación orientales. No requiere conocer una disciplina expresa ya que cada quien colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. Al ser una expresión del alma, armoniza nuestro mundo interior con el exterior. Al despertar los sentidos, estimula la creatividad. Es un centro de energía que nos balancea, armoniza y purifica. Los mandalas nos ayudan a conocernos a nostros mismos, conectándonos con nuestro niño interior, al activar nuestra grandeza, poder y sabiduría. Pueden trabajarse de dos formas: creándolo o coloreando uno que ya esté construido. Descubra usted mismo la magia de estos dibujos dispuestos para personas de cualquier edad.
¿Para qué pintarlos?
Los mandalas ayudan a meditar de forma activa.
Es una actividad relajante que ayuda a recuperar la calma interna y la tranquilidad.
Desarrollan la paciencia.
Despiertan los sentidos y la intuición.
Ayudan a la coordinación, la expresión y el desarrollo mental.
Potencian la concentración y el autocontrol.
Es una buena actividad para cualquiera que necesite un poco de calma, para quien quiera pasar un rato consigo mismo y divertirse creando.
Es recomendable para niños pequeños, ya que ayuda a coordinar y conoce la vista, la mano y los colores.
También es útil para personas mayores.
Ayudan a mantener activa su mente y su concentración.
Pintar mandalas es una actividad que no requiere mucho esfuerzo ni conocimientos especiales, de la que se puede obtener grandes resultados, por esto es ideal para cualquier tipo de persona.
¿Cómo pintarlos?
El primer paso es buscar un sitio tranquilo donde poder relajarse. Se puede poner música de fondo o dejar el ambiente en silencio. Es importante sentarse de forma cómoda, así como tener todo lo necesario a la mano, para poder concentrarse en el mandala una vez empiece el trabajo.
La imagen escogida será aquella que inspire algo en ese mismo momento, al igual que los materiales para pintar, pueden ser lápices, acuarelas o rotuladores, según como te sientas ese día y qué te apetezca realmente pintar.
También es recomendable respirar de una forma profunda, rítmica y controlada para ayudar a alcanzar la relajación cuando se empiece a trabajar. Cuando ya está todo listo para empezar, es el momento de plantearse de qué forma se debe pintar. Hay dos técnicas principales:
La primera es pintar el mandala desde afuera hacia dentro significa que la persona quiere “buscar su centro”, contactarse con la esencia de su subconsciente.
La segunda consiste en pintar el mandala desde adentro hacia fuera indica un ánimo de exteriorizar las emociones, de sacar lo que se lleva dentro.Una vez se empiece a pintar según el método elegido, hay que dejar que sea la intuición la que guíe el trabajo. Por ejemplo, el estado de ánimo indicará los colores a utilizar.
Es importante liberar la mente, disfrutar del trabajo y concentrarse en el mandala. Lo que se busca llegará solo poco a poco: la tranquilidad, la relajación y la meditación. No hay que ser perfeccionista al pintar. Lo principal es trabajar según lo dicte el ánimo y la intuición. Es fundamental disfrutar mientras se pinta. Al acabar, es recomendable dedicar unos minutos a contemplar el trabajo, dejar “que el mandala te hable”, como aseguran quienes están acostumbrados a realizar esta actividad. Es lo que termina de dar sentido a lo que se acaba de hacer, que, en definitiva, es encontrarse y pasar un rato con uno mismo
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